24 septiembre 2014

#bousalgemesí14/ algemesí ama a jorge expósito

Un bruto el último, salió embistiendo a la hombrera | VÍDEO.

Es indiscutible. Algemesí ama a Jorge Expósito, su torero. Lo quiere, lo mima, lo cuida. Siente y padece por él y cuando el triunfo se queda corto, el pueblo echa la pata adelante y lo saca a hombros con total generosidad. Que no se diga. Tener un pueblo que te quiere es un gran tesoro; y que responda a tú llamada, aún más. La plaza se llenó prácticamente en su totalidad más de 4.000, ¿casi 5.000? Y gran parte de la culpa la tuvo la presencia del torero local. No faltarían más de cincuenta huecos en los cadafals por ocupar. A ver qué feria de por ahí gana en salud a esta de la Setmana de Bous de La Ribera. Al final la lluvia no impidió el triunfalismo, las dos orejas le abrieron la puerta grande de par en par a un Jorge Expósito que, en cambio, tuvo que salir por la de la enfermería tras una cogida feísima en el primer tercio del último, con su consiguiente paliza.

El público tuvo que pegar ese arreón final porque la novillada de La Palmosilla no puso las cosas fáciles. Un conjunto cómodo y de buenas hechuras, pero flojo y desrazado en exceso jugó a la contra y exigió pulso y técnica. Ahí quien más depurado estaba fue Filiberto, el chaval de Calasparra pero hecho en Albacete. Dos vueltas al ruedo dio en sus turnos tras el fallo repetido con los aceros.

Muy bajo el que abrió plaza, de testuz acarnerado y entregada expresión, pero carente de la mínima transmisión. Nobleza y la falta de raza a la par. Filiberto, tras variado saludo, con absoluta corrección y facilidad ligó muletazos con despaciosidad. De la arena a los tendidos aquello se difuminaba. Andaba como por casa el chaval hasta que en un descuido llegó la voltereta. Exceso de confianza. Mal a espadas. Se quedó en vuelta al ruedo.

Con el segundo Jorge Expósito quedó inédito. La falta de entrega y raza del Palmosilla fue patente ya de salida. Manso. Sin emplearse, yéndose en todo momento. Las querencias las acuso muy rápido, giró contrario siempre que pudo. Y cuando no se metió por dentro, arrolló y midió por ambos pitones. Infumable. Jorge Expósito abrevió. Cualquier intento de ir a la guerra habiera sido baldío. Mató fatal, de puñalada caída y atravesada.

Interesante la técnica demostrada por Filiberto en el tercero. De la que no deja indiferente. Faena a más ante el blando y rajado tercero. Lo fue sujetando e hilvanando hasta lograr sobre la zurda lo mejor de la tarde. Corrigió la brusquedad propia del que es flojo de remos y luego deslizó los muletazos con pulso y paciencia, administrando los tempos en el cite. Cargando incluso la suerte, sin forzar la postura y trayéndose con suavidad la embestida. Con el remate a la cadera. Con la derecha también embarcó con temple, pero la línea fue más rectilínea. Buen sabor el dejado por este Filiberto. El pinchazo hondo no fue suficiente y con el descabello amargó tan buena tarde. Dos vueltas al ruedo saben a poco tras las dos faenas realizadas sin prisas y con suficiencia.

A la tarde le quedaba un último cartucho. Algemesí no quería cerrar la novillada sin ver triunfar a su Jorge Expósito. Tras haberles dejado sin merienda, porque el tiempo amenazaba lluvia y se suprimió el descanso y los cuatro toros se corrieron seguidos; al personal solo le quedaba una única alegría, que el suyo saliese por la puerta grande. Así, el cuarto tuvo aires brutotes. De cara arriba en el saludo. En la media de remate el bicho se salió por la hombrera y en el tercio de varas arrolló de mala manera al propio Expósito, que quedó enmadejado por el capote. Allí se perdieron el torero y los pitones. Un varetazo en el cuello, la talguilla abierta por el vientre... lo que pudo ser y no fue. La reacción fue por gaoneras.

Novillo exigente por esa misma brusquedad y falta de raza. De inicio por abajo. Había que llevarlo. Le costó acomplarse a Expósito y también le costó atemperarse al novillo. De tres y el de pecho y muy tapado. Emoción en las primeras series en redondo. Hubo un momento que lo humos se le rebajaron al de La Palmosilla y Expósito ligó más allá del tercer muletazo. Faltó limpieza y un argumento claro. También mando. Lo mejor, que no volvió la cara y remató vistoso, aunque sin concrección. Estocada baja. Exageradamente le concedieron las dos orejas para acabar yéndose por la puerta de la enfermería. La paliza que llevaba era considerable.


Algemesí, 24 de septiembre de 2014. Quinto festejo de la Setmana de Bous. Novillos de La Palmosilla de correcta presentación, pero bajos de raza y justos de fuerza. Filiberto (vuelta al ruedo en los dos) y Jorge Expósito (palmas y dos orejas). Lleno (algo más 4.000 personas).

1 comentario:

Garridet dijo...

La verdad han sido exagerados los trofeos !!!!