22 septiembre 2012

"socializar la industria taurina, taurinizar la sociedad" (unas palabras en la universidad de salamanca en la clausura del título en dirección de empresas y actividades taurinas)

El pasado jueves 20 de septiembre se clausuró el Curso de Experto Universitario en Dirección de Empresas y Actividades Taurinas. En el marco de la imponente sede histórica de la Universidad de Salmanaca, en el Aula Miguel de Unamuno. A petición de los compañeros, tuve el honor de tomar la palabra en su nombre. Aquí dejó íntegro el discurso.





A la hora escribir o pensar estas líneas, una pregunta o más bien, una angustiosa duda, se cruzó.

En plena resaca tras la conmonción artística y catárquica de José Tomás en Nimes el pasado 16 de septiembre, vivida en carne propia por 14.000 almas, pero con un espectacular efecto mediático, tanto, que los que no peregrinamos necesitamos de un par de días para escudriñar todo lo posible, mirar y remirar un montón de vídeos y leer todas las opiniones habidas y por haber. Y casi todas forzadas ante la falta de palabras para describir lo ocurrido. O eso decían.

El caso es que la duda aparecía para preguntarme tres días después de lo de Nimes, lo siguiente: ¿José Tomás habría vuelto ya a coger una muleta?

Esa falta de palabras ante la supuesta perfección, esa perfección del toreo y… ¿Y después qué? ¿Nada? Alguno que otro exageró: tras Nimes, la retirada del artista; tras Nimes, ya no hace falta ver otra corrida de toros, decían.

Pues no. Después de eso, más toreo.

Arte vivo e imprevisible, a lo largo de la historia no ha dejado de reinventarse. Es más, ¿cuántas veces se habrá dicho que la tauromaquia había alcanzado la perfección?

El toreo es mágico. El valor del hombre, la confianza en uno mismo, es su motor y el toro encastado, su razón de ser.

Y lo que da sentido a ese todo es: la transmisión de emociones, sensaciones, sentimientos y experiencias vitales al público, que es quien sostiene esta Fiesta.

Ese todo alcanzó cima el pasado 16 de septiembre en Nimes. Sin duda. Y lo hizo empujado por una brutal y compartida emoción.

Magia, misterio, imprevisibilidad, belleza y verdad en casi perfecta conjunción que atravesó piedras milenarias con auténtica fuerza mediática y social.

De auténtica conmoción el suceso, y el mejor ejemplo para seguir apostando por esta pasión que surge de dos verdades éticamente enfrentadas, la del toro y el hombre, en su supervivencia y realización vital.

En nosotros, los alumnos, sin duda fue, primero, esa apuesta por esta pasión la que nos congregó hace casi un año aquí.

En este mismo edificio histórico de la Universidad de Salamanca, en el inicio del curso que hoy clausuramos. Aquel día, 4 de noviembre de 2011, contamos con la presencia de Salvador Boix, apoderado de un José Tomás, quien ha vuelto a reforzar las razones de nuestra iniciativa.

Si ya estábamos decididos entonces a vivir esta experiencia, a formarnos y crecer, a llevar nuestra pasión a la razón del ámbito académico y universitario, a lo largo de este curso hemos encontrado cientos de motivaciones más. Tanto en el aula con magníficos profesores y ponentes, como en las mismas calles de Salamanca y en las amistades que hemos trabado o como hace cuatro días directamente desde Francia.

El más sincero y merecido agradecimiento a la Universidad de Salamanca, a su Fundación General, y a la Escuela de Negocios del CEU de Castilla y León por ponernos en suerte este Curso de Experto Universitario en Dirección de Empresas y Actividades Taurinas que ha sido para nosotros, Ángel y Hugo; José Manuel y Ángel; Alberto y José Ignacio; Enrique y Jaime; Santina y MariLuz; David, Pedro y Andrés; una oportunidad única por llevar más allá nuestras convicciones de amor y respeto por la Tauromaquia y la Fiesta, y aportarnos nuevas y necesarias perspectivas para ser capaces de (o al menos intentar) mirar, sumar, compartir y realzar las amplias riquezas que desde sus mismas entrañas guarda el apasionante planeta de los toros.

Y enhorabuena a los organizadores por tener ya en marcha la segunda edición de este Curso de Experto Universitario en Dirección de Empresas y Actividades Taurinas.

El curso pone las vías necesarias para dotar de renovada profesionalidad y modernización el anquilosado engranaje de la gestión empresarial taurina, y así avanzar en la obligada reactivación de un sector que en pleno siglo XXI debe aprender a mirar a largo plazo…

Todos aquellos que integran la industria taurina y participan de ella deben ser conscientes del gran reto que ahora, en estos tiempos y con estos medios, tiene la Fiesta: pasar de sobrevivir por la inercia de su riqueza a vivir potenciándola y anticipándose a las circunstancias en lo que debe ser un proceso a largo plazo sustentado en el compromiso responsable y apasionado de todos.

Un proceso que debe ser fruto del conocimiento, de la realidad interna y por supuesto de la externa, de todas las oportunidades que se nos presenten; un proceso que se lleva adelante convencidos de la singularidad única de la Fiesta como un motor económico, artístico, preservador del medio ambiente y que aporta Cultura y diversidad cultural y provoca fuertes emociones.

Y darlo a conocer.

Aplicar las nuevas formas gestión estratégica, la nueva cultura empresarial, los métodos de marketing, los nuevos medios y tecnologías para SOCIALIZAR un sector, el taurino, que durante demasiado tiempo ha sido poco o nada permeable a las iniciativas que permitían crecer y modernizarse al resto de actividades.

Y hay que SOCIALIZAR el sector, impregnarlo de una nueva cultura, para dar el siguiente paso y pasar a la acción: TAURINIZAR LA SOCIEDAD.

El rechazo, y más que el rechazo, el desconocimiento y los nuevos hábitos urbanos y sociales, han abierto una brecha entre la sociedad y el toreo que debemos salvar con el trabajo, una nueva forma de comunicar y la organización de proyectos comunes desde los diferentes ámbitos que suman en la industria taurina.

Y sobre todo, con la reivindicación serena de un arte único, transmisor de valores y emociones que se vive más allá de las diferencias y por encima de banderas, fronteras y todos los tópicos habidos y por haber.

Como también está por encima de todas las disputas internas que ahora en tiempo de crisis azuzan al sector cada dos por tres con intención de dividir la grandeza de un espectáculo total.

Este curso nos ha enseñado todo eso y más. Y el esfuerzo por llegar a Salamanca cada semana desde Alicante, Valencia, Teruel, Guadalajara, Madrid, A Coruña o León ha sido menos por la acogida que esta ciudad y esta casa, y los compañeros que de aquí nos han brindado.

La experiencia ha sido un auténtico privilegio para todos. Por lo aprendido, por la apuesta que supone por la necesaria renovación de la Fiesta y precisamente en el mejor momento… porque este es nuestro momento.

Y, sobre todo, el auténtico privilegio ha sido el conocernos y el haber compartido tantas inquietudes en pro de la Fiesta y haberles dado forma aquí, en Salamanca.

Sin más, muchas gracias a quien inventó esta locura del toreo, hoy rebosante de futuro porque así lo hemos querido y lo hemos compartido en la Universidad. No sé aún si José Tomás ya ha vuelto a coger una muleta. Lo que sí sé es que el toreo seguirá emocionando, conmoviendo y contagiándose mientras haya un toro bravo al que citar.

Muchas gracias a todos. 





No hay comentarios: