03 abril 2012

habla el juli (y menta a josé tomás como ejemplo)

 'Si eres tan hombre como para jugarte la vida, ¿cómo vas a ser marioneta del sistema?'. Una entrevista publicada en magazine cultural Jot Down.

Que El Juli ha sido el cabeza de turco de todo el reordenamiento del sector taurino en tiempo de crisis y que su entorno no ha sabido manejar la situación son dos hechos constatables por los que el torero se ha quedado fuera de València, Castellón, Sevilla y Madrid de forma tan injusta como indeseable ha sido la discusión posterior con el ventilador en marcha. No parece la mejor estrategia. Pero es una estrategia en la que ahora se posiciona al lado de José Tomás:

Es incomprensible que con la trayectoria que tengo mi nombre no aparezca este año en las ferias de Castellón, Valencia, Sevilla y Madrid. Los empresarios han considerado prescindir de mi nombre para sus ferias. No es nada agradable, soy un torero muy competitivo y está siendo duro ver estas primeras ferias sin que pueda competir. Es algo que va en contra de la filosofía del cambio y la evolución que debe llevar el toreo. Vivimos un momento muy complicado en la Tauromaquia, además sumado a la crisis global, y no me parece pertinente que se prescinda de nombres de figuras del toreo. No sólo yo, tampoco vemos a José Tomás, por ejemplo. Una feria como San Isidro, que es el escaparate de los toros a nivel mundial, debería contar con los mejores y no será así.

Según él es el precio de su independencia.

 Yo tengo una forma de entender la vida, y el toreo, que se basa en la independencia. Que se lo pregunten a José Tomás… Así lo he entendido siempre. Si eres tan hombre para jugarte la vida, ¿cómo vas a ser luego marioneta de un sistema?

Probablemente el discurso que ahora enarbola El Juli nunca ha sido el de una figura o si lo ha sido nunca se ha llevado hasta sus últimas consecuencias:

Mi trayectoria está hecha y me preocupa mucho más el futuro del toreo que mi carrera. Quiero dejar el toreo mejor que cuando me lo encontré. Logrando esto tendré una gran compensación.
Cuando llegó su alternativa la televisó La Primera de Televisión Española, que en los últimos seis años no ha televisado una sola corrida. Y desde hace cuatro meses las corridas de toros están prohibidas en Catalunya. Son dos detalles que han sucedido en los años de El Juli como figura. Ojalá dejase fuese capaz de dejar el toreo mejor que lo encontró. No es cosa fácil, pero al menos demuestra estar al tanto de la complicada situación social en la que vive el toreo.

No somos capaces de explicar a la sociedad que, lo que ocurre en el ruedo, está al alcance de muy poca gente y de muy pocas artes. La forma que se trata el toreo desde el punto de vista organizativo, empresarial, es despreciarlo. Vivimos una época convulsa, con ataques a la fiesta de los toros por todos lados. El antitaurino, que respeto al igual que pido que me respeten a mí, se apoya en una ausencia tremenda de información y comunicación de lo que es esta fiesta de toros. Veo, leo, escucho mensajes de antitaurinos que, sinceramente, no están informados. Los habrá, pero la mayoría hablan desde el desconocimiento. Y, por supuesto, no es su culpa. ¿Cómo van a hablar desde el conocimiento de algo si ese algo no se encargan de explicárselo?

Y si los problemas externos no son pocos, dentro también los hay.

 El toreo se ha separado excesivamente de la tradición, de la cultura, del arte, porque no hemos sabido comunicarlo —no ha interesado—. La sociedad ha ido evolucionando y el toreo no ha sido capaz de adecuarse a esa evolución. Nos hemos quedado obsoletos en las formas y no hemos explicado el fondo. Es terrible. Los productores, los empresarios… No quieren. O no pueden. No sé qué es peor. Hay que apoyar a gente nueva, empresarios nuevos que no pueden entrar en plazas de toros importantes porque los pliegos de condiciones son exigentes en cuanto a la experiencia… Las plazas son de titularidad pública (ayuntamientos, diputaciones o comunidades autónomas), se convocan concursos públicos en los que prima la experiencia, el empresario nuevo, con ideas, con ganas, no puede concursar… es la pescadilla que se muerda la cola. Apoyemos a ese empresario nuevo, con ilusión, con conocimientos de la época que vivimos, que no solamente piensa en el corto plazo, que promociona, que de verdad busca un interés general y no solamente el particular.

El interés general debería ser cosa de todos. No del empresario solamente, ni del viejo ni del nuevo. También de la figura...

 En esa época, en la que arrollaba, tenía un montón de seguidores, fama, popularidad, espacios por doquier en los medios de comunicación… sin las ideas que tenía ahora y no puedo aprovechar ese momento para explicarlas. Esa espinita tengo. Con aquel tirón popular podía haber dicho muchas cosas, podía haber propagado un mensaje que ahora sí tengo en la cabeza. Un torero es capaz de cambiarlo todo, pero por entonces no pensaba así; disfrutaba, toreaba como el que más, seguía la corriente del sistema… Pero no era eso, no era eso. Ahora lo veo. El mundo se mueve por interés, y son los toreros los que tienen interés. No hemos sido capaces de conseguir lo de otros campos: el futbolista, el tenista… que son ídolos. Como ídolo considero que estuve varios años, pero no difundí un mensaje que sirviera a la fiesta para el futuro.
(...)
Traje gente nueva a las plazas y colaboré en la promoción del propio toreo. Ahora que sé más no tengo esa popularidad que tenía y el mensaje no llega tan rotundo.

Está claro que ni El Juli es el mismo de cuando empezó ni la Fiesta está como cuando llegó. Uno maduro y con pretensiones de seguir creciendo pero siempre con el toro cerca...

 un viaje del que tengo un gratísimo recuerdo fue el que hice hace poco a Londres: estuve dos meses allí, aprendiendo inglés, como uno más. No me conocía nadie, no era más que un estudiante, y aproveché para conocer otra forma de vivir, no sólo de otra cultura, sino diferente a lo que siempre había hecho: una rutina, unos estudios, un anonimato.
(...)
No veo fácil vivir sin torear. Esa emoción, esa adrenalina, esas sensaciones con el público… no encuentro nada que lo pueda sustituir.

Y la otra, la Fiesta, llena de preocupaciones e intereses en distintas direcciones

1 comentario:

Xavier González Fisher dijo...

¿Qué no fué El Juli el que dejó a Joselito y José Tomás en la estacada hace una docena de años? ¿Por qué invocarlo ahora?

Saludos desde Aguascalientes, México.