10 septiembre 2010

san juan de gaztelugatxe, mucho más que un paseo

En Bermeo y metido en el cantábrico se encuentra el islote Gaztelugatxe y en lo alto a alguien se le ocurrió dedicarle una ermita San Juan allá por los siglos IX o X. Fue una de las pequeñas excursiones que hicimos durante nuestra estancia en Bilbao la pasada Aste Nagusia.

Como se aprecia, el día aquel salió así como muy cantábrico. Dejamos el coche en la carretera, entre Bakio y Bermeo, y casi sin pensarlo nos pegamos la caminata. Bajar, subir; y vuelta, bajar y subir. Hay que armarse de valor, sí. Cuando llegas lo suyo es tocar la campana y preguntarse cómo la Igartiburu tuvo la desfachatez de hacer subir hasta ahí a los invitados de su boda para luego separarse. Hay que tenerlos cuadraos, Anne.





Luego las vistas y las sensaciones allá arriba no están nada mal.


Tanto que dan ganas de quererse un poquito más o en el peor de los casos, reconciliarse.


Lo peor, que se lo pregunten a los invitados de la Igartiburu, es que de allí hay que bajar... y volver a subir.


Puede ser por asfalto, pero el camino es más largo. O por la senda, pero el camino es más estrecho y empinado. Tanto a la ida como a la vuelta, elegimos la segunda opción. Concretamente esta.


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